Música y Gestalt (6´49¨)



(...) Partamos pues de la base de que la canción sea algo que podamos situar entre la música y la poesía, que fuera como un puente entre ambas que las comunicara. Los versos de la canción, el tono en el que están dichos, sus silencios y sus modulaciones; su métrica interpretativa de las pautas que evocan los compases musicales... crean algo que no es ni sólo poesía, ni sólo música. La poesía corta el espacio y el tiempo con sus fonemas silábicos y con sus dicciones; la música replica o anima a la letra, la sustenta y la convierte en otra. Entre ambas la canción como hija de ambas, heredera de un ambas-cosas-a-la-vez que parece posible a través de ella.(...) Así pues me parece que la música puede ser terapéutica en la medida que permite contactar al individuo con su aspecto más esencial, con su "ser sonido". Un ser-sonido que es al mismo tiempo un ser-silencio. Parafraseando a mi paisano, el cantautor Raimon, en realidad todos venimos " de un silencio antiguo y muy largo...". (...) Aunque esto habría que matizarlo más. Quiero decir que es la propia emoción contenidamente intensa del terapeuta lo que sutilmente y sin palabras llega al otro, al paciente. Creo que cuando un@ pone una canción o una música, pone además y muy especialmente la carga afectiva propia, lo que para un@ significó en su día, así como de quien la recibimos. Es decir, más en general, las circunstancias en que la escuchamos la primera vez, y cómo. (...) La actitud que he encontrado más adecuada es, como anunciaba más arriba, una de escucha intensa y contenida, en silencio. Dejándose conectar en el fondo o campo con la propia historia personal y con lo que a un@ le está ocurriendo en el presente; y, en la figura o primer plano, con la historia del otro y con lo que al paciente le pueda estar ocurriendo en el aquí y ahora de la sesión. Aunque la confianza en la propia espontaneidad reactiva, en la contratransferencia en su sentido más amplio, indicará cuando dejarse llevar por los llantos, las miradas, los suspiros o las risas compartidas que pueden ( y suelen...) aparecer. La pertinencia clínica no sabe de técnicas que, por muy refinadas que sean, no dejan de ser mediocres frente a la capacidad para estar ahí, "simplemente", simple - mente. " ("Clínica..." Capítulo 5: Canciones en sesiones individuales)

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